De primer plato, un buffet oriental con toques internacionales; de segundo plato, un karaoke con las canciones más típicas de China; y de postre, un puñado de monedas en las tragaperras. Éste fue el menú que disfrutaron ayer unas doscientas personas durante la fiesta que el Casino Mediterráneo organizó para la comunidad china que reside en la provincia con motivo del Año Nuevo, que supone la entrada en el «año del caballo de madera». Un periodo que, según la tradición, estará marcado por la estabilidad, aunque expertos discrepan al predecir unos meses repletos de desastres naturales en el mundo.La mayoría de los asistentes a la fiesta, que se prolongó durante horas, eran de nacionalidad china, aunque también se dejaron ver algunos europeos y americanos. Y es que la celebración sirvió para que los chinos de la provincia disfrutaran con amigos del cambio de año, tal y como marca su calendario, después de que la noche del pasado jueves tuvieran una fiesta de carácter más privado, en sus respectivos domicilios y con sus familiares. Además, al coincidir en domingo, la mayoría de los negocios tenían ayer las puertas cerradas, permitiendo a sus propietarios y trabajadores disfrutar de la fiesta sin tener que mirar el reloj. Ayer, por tanto, era el turno para los amigos, incluso con la relación jefe-empleado de por medio. En el Casino se reunieron anoche algunos de los empresarios chinos más influyentes de la provincia, la mayoría dedicados al calzado, los bazares y los restaurantes.
No fueron pocos los asistentes que mostraron sus ganas de fiesta llegando antes de la hora prevista. A las nueve de la noche se abrieron las puertas de la sala polivalente que albergó la cena. Allí, repartidos en una veintena de mesas circulares, se fueron acomodando los invitados, que pudieron disfrutar de un amplio buffet con los platos más típicos de la comida china, aunque también había otros de toque más internacional.
Una vez saciado el apetito, la celebración miró hacia el karaoke, uno de los entretenimientos que más furor causa en la comunidad china. Con micrófono en mano, los menos tímidos fueron entonando diferentes clásicos de su música.
Otros, sin embargo, decidieron subir a la sala de juego nada más terminar con el postre, sin dejar tiempo para la música. Conocida es la afición por las máquinas tragaperras de los asiáticos. De hecho, los chinos se mantienen año tras año como la nacionalidad más fiel a los casinos de la provincia.
La fiesta que se celebró ayer en el puerto es un clásico en la provincia, ya que su primera edición tuvo lugar en el Casino de la Vila allá por 1979. Hace unos años, el punto de encuentro se trasladó a Alicante. Pero la de ayer no fue la única celebración de 2014. El próximo domingo, la cita se traslada al Casino de Orihuela. «Llevamos ya varias décadas con esta tradición, aunque se ha hecho más fuerte en los últimos diez años», señaló ayer el director comercial de Casino Mediterráneo y anfitrión de la noche, Miguel Ángel Franco.
Fuente: Diarioindormafacion.com
